La industria culminó en diciembre con el segundo uso más bajo de su capacidad instalada durante todo el 2019, cuando puso en funcionamiento en promedio a un 56,9% de las máquinas del país, apenas 0,7% más que en 2018, cuando se iniciaba la parte más profunda de la crisis productiva. La actividad automotriz fue la más afectada por la recesión y apenas utilizó el 21,1% en el último mes del año, según la medición del Indec.
"Los bloques sectoriales que presentan, en diciembre de 2019, niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son refinación del petróleo (78,6%), sustancias y productos químicos (68,8%), papel y cartón (68,1%), industrias metálicas básicas (66,1%), productos alimenticios y bebidas (63,3%) y productos minerales no metálicos (57,2%)", destacó el Indec.
En tanto que aquellos "que se ubican por debajo del nivel general son productos del tabaco (50,1%), edición e impresión (49,3%), productos de caucho y plástico (44,7%), productos textiles (41,1%), la industria metalmecánica excepto automotores (40,0%) y la industria automotriz (21,1%)".
La situación no es novedosa y confirmó que la preocupación expresada por los empresarios industriales estaba en línea con la crisis que se había generado durante los últimos años, y que había tocado fondo durante 2019, con fuerte inestabilidad financiera y caída del aparato productivo.
José Urtubey, integrante del Comité Ejecutivo de la UIA, le dijo a BAE Negocios que "la industria va a necesitar financiamiento productivo a tasas razonables para poder ocupar esa capacidad fabril ociosa". Ese pedido es general entre los dueños de las fábricas porque para la reactivación necesitan encender las máquinas inactivas.
La industria automotriz, al utilizar el 21,1% de su capacidad instalada marcó un caída de 4,5 puntos porcentuales frente al 25,6% del uso de su potencial productivo en diciembre de 2018, "como consecuencia de la disminución en las unidades fabricadas por las terminales automotrices", especificó el Indec.
Lo más preocupante es que el hundimiento no mostró mejoras tampoco en la comparación intermensual porque durante noviembre se había utilizado el 38,7% de las máquinas, casi 17% por encima de lo visto en diciembre. Caso similar sucedió en la actividad en general, en donde si bien creció de manera marginal la utilización de la capacidad instalada, si el espejo en noviembre se registró una contracción de 0,8%.
Uno de los datos alentadores, coincidente con el IPI, es el crecimiento del bloque de alimentos y bebidas, que registró un nivel de utilización de la capacidad instalada de 63,3%, en diciembre de 2019, superior al de diciembre de 2018 (58,9%). "El mayor nivel de utilización del bloque se explica, principalmente, por el aumento registrado en la elaboración de carnes vacuna y aviar, molienda de cereales y oleaginosas y bebidas", señaló el Indec.
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