Nada cambia en el mundo del trabajo en la Argentina. En los últimos trimestres, los relevamientos de los especialistas privados mostraron un estancamiento de las perspectivas de creación de empleo que se mantiene incólume desde hace varios años. Esa realidad no se modificó. Sin embargo, el principal motor de la recuperación del trabajo privado en el último año, la construcción, comenzó a ver menguar sus expectativas de contratación.
Según el ya tradicional informe de la firma especializada Manpower, el 81% de los 800 empleadores consultados no prevén cambios en su plantilla laboral en el segundo trimestre del año. En tanto, un 12% pronosticó aumentos y un 5% espera un recorte de personal. La expectativa neta de empleo es de +7%, o de +6% una vez que la información es ajustada por estacionalidad. Se trata de una disminución de un punto frente al trimestre anterior, pero de un aumento -también de un punto- con relación al mismo período del año pasado.
La otra firma que en el país trabaja en el sector privado con las expectativas de contratación es SEL Consultores. En su último informe, para todo este año y no un trimestre en particular, señaló que "crecen las expectativas de mantención y se reducen las expectativas de disminución". En tanto, agregó que las expectativas de aumento en las dotaciones de las empresas solo crecen un punto con relación a 2017.
"Hay una leve desaceleración del crecimiento que empezó a comienzos de 2016 y se estabilizó en 2017", explicó Fernando Podestá, director nacional de Operaciones de Manpower Argentina. "Para el segundo trimestre de este año baja un poco y cambia la tendencia que venía mostrando", agregó.
Sin embargo, Podestá celebró que la tendencia de creación de empleo privado en el país siga siendo positiva, aunque aclaró: "Se mantiene el amesetamiento. No hay grandes impactos que se consoliden".
Para el especialista, los sectores que hoy traccionan son finanzas y seguros, bienes raíces, administración pública, y construcción. Sin embargo, afirmó que este último rubro -que motorizó la recuperación del empleo privado durante el año pasado- muestra una preocupante desaceleración. Según Manpower, pasó de tener expectativas positivas de +24% a +17% en diciembre y llegó a +9% ahora. A pesar del brusco frenazo, continúa siendo uno de los sectores que muestran mayores perspectivas de creación de empleo en el segundo trimestre del año.
Entre los rubros que no muestran aún una recuperación más clara está el de comercio mayorista y minorista, que tiene una expectativa positiva de +5%. Sin embargo, ese número implica una caída de dos puntos con relación al trimestre anterior, mientras no evidencia cambios frente al mismo período del año pasado. "La gente se endeudó en cuotas, a lo que hay que sumarle el impacto del aumento de las tarifas. Esto hace que haya menos plata en el bolsillo", comentó Podestá.
Otro sector en el que el "crecimiento invisible" aún no se percibe es la manufactura, que espera para los meses que van de abril a junio una expectativa de creación de empleo de +7%, una caída de tres puntos trimestrales. Con relación al año pasado, un período de crisis para el sector, se mejora en tres puntos. Podestá afirmó que la mala performance del sector textil, golpeado por la caída del consumo interno, sumada al estancamiento del poderoso sector de alimentos y bebidas, explica que las perspectivas de mejora en la economía brasileña no hayan llegado todavía a la industria local.
"Hoy lo que vemos es que hay una posición un poco más conservadora con relación al empleo. Quienes pensaban aumentar su dotación ahora no piensan en aumentar. Pero el cambio es mínimo. La constante son aquellos que no cambian sus dotaciones", interpretó Podestá.
El especialista indicó que el debate de la reforma laboral, algo que el oficialismo propondrá en diferentes leyes y no en un paquete global, puede ser positivo. "Va a facilitar la creación de empleo. Seguro va a impactar en las perspectivas. Se hace para eso", afirmó, pero completó: "Además tiene que haber más competitividad y producción. La reforma por sí sola no alcanza".
La estabilidad será, creen en SEL, el signo de 2018. "Las expectativas se corren de la disminución al mantenimiento, no al aumento efectivo de las dotaciones. Con todo, podemos esperar un 2018 mejor que 2017, en términos de empleo, pero con dotaciones estables, más que crecientes", indicó María Laura Calí, directora de la consultora.
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