Los puntos suspensivos indican que algo está incompleto o no terminado. Por lo tanto, el signo gráfico habilita la incógnita, con cargas severas de incertidumbre sobre cuestiones de mayor, mediana o menor envergadura. Para los pueblos los desenlaces están sujetos a la dinámica de los acontecimientos, sin garantía de anclaje eterno. A nivel individual, la única certeza es la finitud de la existencia. En el camino hay episodios colectivos y personales, gratos e ingratos, que calzan en el calidoscopio de la primavera de 2016, a la que le queda poco resto.
En Estados Unidos se celebró, el último jueves de noviembre, el Día de Acción de Gracias. La festividad tiene origen en la cordialidad con que los habitantes originarios recibieron a los colonos ingleses, hace 400 años. En común decidieron agradecer la positiva cosecha de cultivos diversos. En la mesa tendida, los que estaban sirvieron carne de pavo y de ciervo los recién llegados aportaron frutas y verduras. Con el paso del tiempo y de gobiernos, la Acción de Gracias fue institucionalizada. Las familias se juntan, se superan o estallan desavenencias, y se consumen 48 millones de pavos. En ceremonia oficial, el presidente de la Nación indulta a dos vistosos ejemplares, que aletean por salvarse del degüello.
Este año, en virtud de circunstancias políticas, se adoptaron en Nueva York medidas preventivas, con camiones cargados de arena, como barrera a posibles ataques explosivos al imponente edificio Torre Trump. El primer mandatario electo (aunque en el recuento general de votos pierda por más de dos millones) sigue armando gabinete. Hasta ahora, los ministros serán blancos y en el elenco sólo hay dos mujeres en altos puestos del funcionariado. Como además de racista Donald Trump es xenófobo, el sistema educativo de California se declaró en alerta. Es que en ese Estado, se facilitó el trámite de nacionalidad a hijos menores de inmigrantes, cualquiera sea la situación de ingreso de los padres. EL aviso es que de California nadie será echado. La advertencia es que, de lo contrario, el separatismo procederá como recurso de defensa.
El “corto y pego” tiene considerable cantidad de adeptos en colegios y academias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trata de hurgar en contenidos de la computadora, extraerlos y presentarlos como una producción propia, que resuelve lo requerido por un determinado profesor o profesora. Como fui docente universitario, doy testimonio de que el engaño, con las mismas características, no es novedoso ni exclusivo de una comunidad educativa. El equipo que integré detectó varios de esos intentos, que nos provocaron más decepción que impulsos punitivos. Lo que tratamos de hacer en cada oportunidad fue remarcar que la estafa viola códigos éticos y que, en definitiva, perjudica al que la comete, al perder la chance de adquirir conocimientos. Por si las palabras no eran atendidas y entendidas, tratamos de armar consignas de labor que perturbaban la vocación por la treta. A lo que jamás recurrimos fue a la horrible disposición de “saquen una hoja”, para no incurrir en el ataque a traición.
De cualquier forma, recordamos que cuando la computadora figuraba en la ciencia ficción las artimañas igual tenían vigencia. En las tareas domiciliarias alguien nos hizo el favor de resolver un deber. En las pruebas presenciales, agendadas con anticipación, el machete sirvió de ayuda, escrito en la mano, en la manga del guardapolvo, enrollado en un escarbadientes o reemplazando a la maquinaria de un reloj pulsera. Que arroje la primera piedra quien no quiso pispiar lo que un compañero vecino hacía, sin que faltara el odioso que tapaba su escritura para que nadie la violara con la mirada. Lo embromado es cuando el gesto adolescente crece al rango de delito del adulto: en la Universidad de Morón, conurbano bonaerense, se investiga la venta de títulos y de aprobación de materias.
El micromundo de la relación profesores-estudiantes, lo aborda la película Enseñando a Vivir. En la Roma moderna interactúan alumnos secundarios y docentes, veteranos y suplentes. Fiorito enseña Literatura, con entusiasmo agotado, sin ganas de existir con cínica crudeza le dice a un padre que en clase su hijo es un idiota de proporciones épicas la aparición de una ex discípula que le expresa respeto y cariño, le repone la actitud sociable, con la filosofía conmovedora. Prezioso es recién arribado, para el módulo de Lengua por edad, se lleva bien con los “chicos”, aunque el prejuicio juvenil le coloca una zancadilla. Por fin, es Fiorito, el extravagante, engreído e insoportable, el que brinda la lección impecable en el cierre del filme: la vida es una secesión de carátulas opuestas, como la belleza calma de un paisaje y la violencia de una tormenta.
A propósito: la señora Rita Barberá fue durante 24 años, alcaldesa de Valencia. Desde la fundación militó en el derechista Partido Popular. Votada en sucesivas elecciones, propios y extraños admitían que la ciudad había progresado. Ahora se desempeñaba como senadora nacional. En una oleada de investigaciones por corrupción, Rita Barberá fue imputada en una causa. Afirmó que era inocente. El reciente 21 de noviembre prestó declaración judicial. Dos días después murió de un rotundo infarto coronario, a los 68 años de edad. Su cuerpo fue incinerado. La política española anda de sacudón en sacudón.
El gremio bancario es de clase media y en paritaria mantiene la pulseada con una patronal de renta cuantiosa y segura. La renovada conducción sindical parece estar al tanto de la época en que el sector lograba uno de los mejores convenios, en sueldos y en derechos laborales. En 1958 y en 1959 los bancarios y los empleados de empresas de seguros protagonizaron huelgas históricas. La primera la ganaron y la segunda la perdieron, luego de 72 días de paro. Arturo Frondizi era presidente y ordenó la represión. Camiones del Ejército cargaron a trabajadores de saco y corbata. Cinco mil fueron las cesantías. Los gremios quedaron intervenidos. Los bancarios 2016 consiguieron una suma fija que oscila entre los ocho y los doce mil pesos, a cobrar antes del 31 de diciembre. Desde el 1 de enero de 2017 tendrán un incremento de haberes del 14 por ciento, a cuenta de la negociación que se abrirá en abril.
Los docentes entrerrianos demandan justas mejoras al gobierno de una provincia con finanzas comprometidas, que da como respuesta el quiero pero no puedo. Como terminan las clases de un resentido calendario escolar, el anuncio gremial prevé el conflicto activo a futuro, para el ciclo entrante, pos vacaciones de verano. Debería encontrarse el modo de quitarle tensión a la espera, que perturba a la educación pública y encamina hacia el sector privado.
*Periodista - Escritor
Publicado el 27 de noviembre de 2016
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