Un viaje hacia las utopías revolucionarias CLLLVII. "Caminante no hay camino..."
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Municipalidad de Parana

Por Manuel Justo Gaggero *
Un viaje hacia las utopías revolucionarias CLLLVII. "Caminante no hay camino..."
 
“…Se hace camino al andar “. Recordaba este poema de Antonio Machado cuando me dirigía a la casa de mi madre, a sólo 4 días de la salida del país, a fin de organizar el viaje de ella y los chicos.

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Fecha:25/04/2016 11:34:00 
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Para darnos una mano había viajado especialmente Enrique Pujals acompañado por su yerno Isidoro –el marido de Alicia- la única hermana mujer de Luis.
Días anteriores habían descartado el viaje de Enriquito ya que consideraban que no corría ningún riesgo y que era mejor que se quedara en el país.
En esta oportunidad nos informó Enrique que había hablado con Conrado Hugo Storani y Raúl Borras, y que los mismos la acompañarían a la “Vieja”, como yo le decía cariñosamente y ella me contestaba “viejos son los trapos “, y a nuestros hijos, a la Jefatura de Policía, para tramitar los respectivos pasaportes.
Se trataba de dos dirigentes del Movimiento de Renovación y Cambio, que lideraba Raúl Alfonsín, que tenían una firme postura antidictatorial.
A ambos los conocía ya que habíamos tenido varios encuentros previos al golpe del 24 de marzo mas a Raúl Borras que, junto con el querido “Negro” Amaya, lo habían acompañado a Alfonsín a la entrevista con nuestro Secretario General Mario Roberto Santucho de la que he dado cuenta en una nota anterior de esta saga.
Luego de agradecerle este importante apoyo a Enrique y de charlar sobre la política económica y la intensificación de la represión, me dirigí a un bar cercano para encontrarme con Balta y ultimar los detalles para la compra de los pasajes de ellos.
Posiblemente era la última vez que nos veíamos con este extraordinario compañero, de gran calidad humana y absolutamente firme en sus convicciones.
A lo largo de la conversación con él surgieron las dudas que nos invadían respecto a si era lógico que abandonáramos el escenario de la lucha dejando atrás a centenares de compañeros encerrados en los campos de exterminio de la Dictadura y, al mismo tiempo, si era correcto que no hubiera intentado recuperar los restos de Susana aun arriesgando nuestra seguridad.
Balta, con un razonamiento que el tiempo confirmaría que fue correcto, me señaló que no significaba una huida, exiliarse, cuándo este sería un nuevo frente en el que daríamos otras batallas necesarias para fortalecer la solidaridad internacional para con el movimiento popular y democrático y aislar al régimen genocida.
Además era una decisión del colectivo partidario que apuntaba a preservar a los compañeros que estaban más expuestos que era nuestro caso.
Le entregue el dinero para los pasajes y la documentación del departamento de Uriarte.
Sin estar demasiado convencido acepté sus argumentos y decidí que los días que faltaban los ocuparía en enriquecer mi retina y la memoria con esa ciudad –Buenos Aires – a la que había llegado en 1973 para dirigir el diario “El Mundo”.
Finalmente el 31 de diciembre nos fuimos a Once a abordar el colectivo que salía en horas de la tarde y que aproximadamente a las 12 de la noche llegaría a la frontera con Brasil en la ciudad argentina de Paso de los Libres.
Lógicamente estábamos nerviosos ya que se habían producido varios casos en que las llamadas “fuerzas de tareas” habían llevado a cabo secuestros de compañeros que se encontraban a bordo de un avión o de un transporte terrestre.
Entendíamos que no habíamos cometido ningún error y que muy pocos sabían que viajaríamos ese día.
Nora y Jorge, junto con los hijos de la primera y de Eduardo Merbilaha, ya estaban en el andén por supuesto que no nos saludamos ya que la idea era cubrirnos mutuamente y avisar en caso que ellos o nosotros fuéramos detenidos.
Exhibimos los pasajes y el pasaporte y nos instalamos en el micro. Viajaban muy pocas personas ya que era una fecha en que todos festejaban, en sus domicilios, la llegada del nuevo año.
Los choferes estaban eufóricos y nos anunciaron que cenaríamos en Paraná para celebrar juntos el fin del año.
El anuncio nos llenó de preocupación ya que en esa ciudad nos conocía mucha gente más cuándo contaron que lo haríamos en un restaurante especializado en platos de pescado de río llamado “Moncholo viudo”.
El propietario de este era un viejo amigo y compañero Gabriel Bourdin, del que estábamos distanciados desde principios de los 70 por diferencias políticas.
En otra nota de esta saga he narrado la fuerte relación que me unía al mismo ya que me había ayudado a entender el marxismo en los años 50 cuando compartimos el 4° y 5° año de la secundaria y, además, respaldó el viaje a Cuba en el 62, que me sumaría al peronismo revolucionario liderado por Alicia Eguren y John William Cooke.
El viaje comenzaba con serias dificultades no previstas.
Acordamos con Alba que yo simularía una fuerte descompostura para no descender del rodado y ella se quedaría a cuidarme.
Igual era un motivo más para no relajarnos y mantener todos los sentidos en guardia.
En esas condiciones, alrededor de las 4 de la tarde, abandonamos la ciudad.
Al mismo tiempo que nosotros vivíamos esta compleja situación en un lejano país africano –Mozambique – que fuera colonia portuguesa- el Frente de Liberación –FRELIMO –liderado por Samora Machel realizaba su tercer congreso en el que se definía como socialista adoptando el marxismo leninismo como orientación ideológica.
Antes había decretado la nacionalización de la enseñanza, de la atención médica, de la banca extranjera y de varias empresas multinacionales.
Se promovieron asimismo, aldeas comunales para nuclear a campesinos dispersos y a los efectos de organizar formas colectivas de producción.
Por su parte en Angola, el Movimiento Por la Liberación de este país liderado por Agostinho Neto, con el apoyo de combatientes cubanos, lograba derrotar a las tropas sudafricanas y a una organización apoyada por los Estados Unidos y ponía fin a una larga guerra civil.
La economía estaba arrasada y debió, el nuevo gobierno, hacerse cargo de casi 1500 haciendas abandonadas por los colonialistas portugueses y confrontar con el bloqueo impuesto por los EE UU.
¿Cómo siguió nuestro viaje hacia “lo desconocido”?.
¿Qué paso en la frontera ?.
Estos y otros temas abordaremos en nuestra próxima nota de esta saga cuya primera parte esperamos culminar con la misma.

*Abogado, Ex Director del diario “El Mundo “ y de las revistas “Nuevo Hombre “ y “Diciembre 20”.
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