Crónicas en Claroscuro
 Home Regístrese



Contenido
Home
Portada
Actualidad
Gobierno
Paraná
Nacionales
Derechos Humanos

Referecia
_
Contáctenos


Municipalidad de Parana

Por Guillermo Alfieri*
Crónicas en Claroscuro
 
Mores, marca registrada

 Envíenos su consulta o comentario. |  Enviar esta noticia por email Recomendar esta noticia
Fecha:15/04/2016 12:38:00 
Texto completo de la noticia  
 
Reducir Ampliar

Pinta de “niño bien”, vestido con ropa de alta gama, anillos y cadena de oro engarzada en la cintura y lucida hasta el bolsillo. Voz aflautada, sin rastro de tabaco ordinario y de bebidas rústicas. El cine proporcionó esa imagen de Mariano Mores, en una película estrenada en 1951, cuando el improvisado galán ya había aportado la música de tangos que se insinuaban como clásicos. La contrafigura del artista bohemio y su tendencia al show con golpes de efecto, generaron prejuicios, que terminan borrados por su obra, reanimada por su muerte, el 13 de abril de 2016, a los 98 años de edad.

En 2005, durante 20 lunes consecutivos, concurrí al quiosco de diarios y revistas ubicado en peatonal San Martín y Urquiza (Paraná), a retirar el ejemplar de Tango de Colección, editado por Clarín. El libro y el libro número cuatro fue dedicado a Mariano Mores, con dos decenas de sus temas, grabados por orquestas propias.
La biografía indica que nació el 18 de febrero de 1918, en el barrio de San Telmo, anotado en el registro civil como Mariano Martínez. El ascenso social de la familia, mejoró la vivienda y motivó mudanzas, a Villa del Parque y a la bonaerense ciudad de Lanús, sucesivamente. El pibe estudió más teoría y solfeo que matemáticas y gramática. A los 15 años de edad se inició como pianista profesional y con una beca viajó a España para perfeccionarse.

Al regreso, conoció a las hermanas Mores, cantantes con las que formó un trío, para recorrer escenarios de variada categoría. Se casó con Myriam y adoptó el apellido. Pasó a llamarse Mariano Mores, convocado por Roberto Firpo y luego por Francisco Canaro, en 1938. En la antología coordinada por Eduardo Romano, el primer tango de Mores que se destaca es Cuartito Azul, con letra de Mario Battistella, en ese mismo año. Hace poco, en tertulia con amigas y amigos, de generaciones diversas, repasábamos composiciones populares. Compartíamos que Cuartito Azul era de Mores. El nombre del poeta debimos rastrearlo en fuente documental, lo que también permitió confirmar que Mariano Mores no invadió el espacio ajeno. Los versos de Grisel y de Cristal son de José María Contursi, elaborados en 1942 y 1944. Con Enrique Santos Discépolo hizo dupla en 1943, 1945 y 1948, para los trascendentes Uno, Canción Desesperada y Cafetín de Buenos Aires, respectivamente.
De Homero Manzi y Mores es Una Lágrima Tuya de Cátulo Castillo y Mores es El Patio de la Morocha. Ambas piezas se anotaron en SADAIC en 1951. Diez años después llegó el turno de Por qué la Quise Tanto, de Rodolfo M. Taboada y Mores. Lo bueno se atrae: el músico confió en poetas de fuste para que las palabras complementaran la partitura y los vates dejaron en manos del armonizador impecable la gestación de melodías sin triquiñuelas, no siempre ausentes.

Precisamente, la incursión de Mores en el tango espectáculo, con sentido de show, despertó críticas, a las que el interpelado respondió con brevedad: “sumé, no dividí”. Por cierto, las iniciativas artísticas de Mores recibieron acogida internacional, que le permitió recorrer el mundo con su ojo escénico y sus dotes de gesticulador al dirigir orquestas numerosas, con modalidades sinfónicas. Fue pionero, desde 1948, en el empleo de instrumentos no habituales en el tango, siguiendo la línea de Osvaldo Fresedo y Julio De Caro: percusión, vientos, arpa, órgano, y coro, con una original forma interpretativa. De hecho fundió el aire de tango con lo sinfónico. Una muestra: Tango Rapsodia, grabado en 1957 y estrenado en el Teatro Colón, donde lo velan.

Existió un Clan Mores, que padeció la muerte temprana de Nito Mores, cantor, de personalidad heredada, al que sucedió Gabriel. Hijo y nieto de Mariano, integrados con el estilo del abuelo. Si de voces de trata, la galería de los intérpretes de la música de Mores y letras de poetas insuperables, se engalana con Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Susy Leiva y Susana Rinaldi. Mariano Mores murió en su residencia de Barrio Norte, adornada con cuadros de pintores famosos y objetos exóticos. En las calles urbanas y suburbanas, se escucha el silbar y tarareo de sus tangos. En la milonga, el pedido es unánime: pongan Taquito Militar.

*Periodista - Escritor
Publicado el 15 de abril de 2016
 Home
www.lambdasi.com.ar
E-mail
y reciba periódicamente nuestras últimas novedades...






Muni Villaguay

El Pingo

Agmer central
ATE